martes, 29 de julio de 2014

El Día Que La Muerte Se Fue

 ¿Alguna ves te pusiste a pensar en lo maravillosa que es la muerte? seguramente estarás pensando que perdi la cabeza,pero no es así y los testigos de su belleza son los habitantes de un pequeño pueblo de esta parte del continente...
 Un tranquilo pueblo rural experimento el peor día de toda su historia,era un verano muy caluroso y había una gran sequía. En una cabaña muy alejada,en la zona mas pobre un aciano se lastimo con un facon era una herida grave y todos sabían que moriría tarde o temprano,esperaban su muerte para el final de la mañana;una niña de unos cuatro años en el otro extremo del pueblo se encontraba agonizando hace ya varios días a causa de una terrible enfermedad,sus padres a pesar de toda su fortuna no podían salvarla le quedaba poco y solo esperaban que la pequeña dejara de sufrir.
 La mujer del panadero estaba otra ves embarazada,el onceavo hijo venia en camino aunque para muchos era una bendición para el panadero no lo era,el dinero no abundaba y la sequía empeoraba las cosas, por ultimo un ladronzuelo de poca suerte estaba apunto de asaltar al medico del pueblo el mismo día que el anciano,la niña y el panadero con su mujer esperaban verlo.
 ¿que tendrán en común todas estas personas? pues no es mucho el secreto,todas van a morir.
 El consultorio era modesto y solo contaba con una amplia habitación,la sala de espera no era mas que la calurosa calle de tierra,todos los presentes acordaron que esperarían pacientemente su turno el la sala común sin estorbar y en silencio al lado del ventilador; el primer turno fue para el viejo moribundo al cual solo y con una mirada llena de pensar se le dio un calmante y este ya rendido ante su cruel destino se sentó en una butaca esperando que viniera su hijo del almacén para llevarlo a casa,a la niña la cual tomo la mayor parte de la mañana se le suministraron diversos fármacos e intentaron enfriar su débil cuerpo una ves mas para tan solo aliviar su mal,ya era la una y el medico se estaba rindiendo con la niña que no parecía querer morir, a todo eso el viejo le dice al medico : 
"No es por molestarlo pero creo que esa mujer ya va a estar lista y tampoco es para ponerle mucha precion pero creo que esto que tengo en la mano no deveria estar aquí igual no me duele todavía,lo cual me asusta mas..."
en efecto el hombre tenia razón la panadera estaba teniendo las primeras contracciones pero lo que de verdad perturbo a los presentes fue ver el intestino del viejo en sus manos y la calma de este.
 Los llantos de la niña,los gritos del parto y el terror que incitaba la visión del viejo llevaron al ladronzuelo que había estado esperando pacientemente que el doctor cobrar para quitarle todo y huir entrara en pánico y apuntara su pistola hacia los presentes que tras un minuto de vacilación lo ignoraron por completo sobrepasados por la situación,entre tantos gritos y sangre se escucho un disparo que despertó a los que recién se acostaban a tomar una siesta alas afueras del consultorio,el ladrón impaciente estaba quitandole las pertenencias de valor al cadáver del padre de la niña ,antes de huir entre gritos y llantos, una mano lo agarra del tobillo con fuerza, se hace el silencio mas absoluto,en ese momento hasta el niño en camino podía esperar en llegar con tal de no agraviar la situación...
el hombre chorreando sangre se levanto y miro fijamente al ladrón,se podía ver a través de su cráneo como la bala había pasado ,solo lo miro y tendió la mano,el interpelado con mucha cautela deposito en ella el reloj de bolsillo y los botones de oro.
 Se escucho un grito,el niño ya había dejado de esperar estaba entre los presentes sano y fuerte,tan fuerte que desgarro a su madre al salir,esta presa de un gran dolor al igual que el anciano anestesiado,la niña enferma y su padre no parecía querer  morir.
 Todo era un gran caos,el ladrón ya no razonaba presa del pánico y comenzó a disparar por los aires hiriendo a la hija del viejo y la madre de la niña,nadie entendía nada de nada,nadie moría sin importar cuantas balas recibiera o can profundo fuera el corte,el tiempo parecía haberse parado en el consultorio,la muerte no parecía tener jurisprudencia en esa tierra y pronto el caos se extendió como un virus letal,los ciudadanos no reaccionaron muy bien ante la visión de las personas que salían del consultorio,ese día muchos fueron heridos de gravedad mientras intentaban huir de los "demonios" de los "no muertos" de lo que sea que había ocasionado el pánico.
 Al atardecer una sombra cubrió el pueblo una mujer de bella silueta se paseaba por el pueblo sin ser presa de la histeria colectiva,se sienta al lado del medico a la salida del consultorio "¿puedo pedirle un trago de su whisky?" pidió con cortesía sentada en la calle,"claro" dijo el medico con la vista perdida ,"increíble lo que sucede si una se distrae un poquito¿ no?" su compañero de bebida solo miraba al vacío sin ver nada en especial solo a la multitud enloquecida,la mujer sonrió amargamente y parándose con la elegancia de una bailarina grito "BASTA!!" el grito llego a todos los rincones del pueblo llevándose con sigo las almas de los heridos cuyos cuerpos se desplomaron sin vida como sacos de trigo,la mujer se retira ante las miradas aconitas de la multitud dejando una frase en el aire "justo el día que una decide dormir todos quieren morir...que duro que es ser la muerte..."